Mas de 10 años explorando los misterios del desierto de atacama
Visto desde el espacio, el Desierto de Atacama se asemeja a un paisaje lunar en nuestro propio planeta. Este lugar, considerado uno de los más difíciles de habitar, es donde Explora asumió el reto de crear y administrar la Reserva Privada de Conservación más extensa en el norte de Chile, la cual en 2010 adoptó el nombre de Reserva de Conservación Puritama.
Ubicada a menos de 20 km de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa en Bolivia, la Reserva tiene el potencial de formar un pequeño corredor de conservación entre ambos países. Sus más de 7.000 hectáreas albergan una variada gama de formaciones vegetales y diversas formas de vida animal.
Un logro sobresaliente para la Reserva, fue el destacado trabajo de la consultora ambiental Flora & Fauna Chile, que logró capturar a través de cámaras trampa instaladas en Puritama, la primera imagen de un gato andino en la región de Antofagasta, una especie en peligro de extinción. El gato andino (Leopardus jacobita), un felino ligeramente más grande que un gato doméstico, fue venerado en el pasado por antiguas culturas ancestrales como el espíritu de la montaña, protector del ganado o deidad del agua. El hallazgo de esta especie subraya la importancia de la conservación en esta región, y resalta el compromiso de la Reserva por resguardar la diversidad de la vida silvestre.
Dada la significativa importancia de este registro, se entablaron conversaciones entre Explora, la consultora Flora & Fauna y la ONG Alianza Gato Andino (AGA). La iniciativa principal consistió en la implementación de un riguroso programa de monitoreo de esta especie en la Reserva Puritama, con el fin de identificar las principales áreas en las que habita este felino. Este ambicioso proyecto fue puesto en marcha a partir del año 2015, empleando alrededor de 20 cámaras trampa. Hoy, el monitoreo se lleva a cabo en estrecha colaboración entre Explora y AGA, sumando un total de 8 años de trabajo.
No obstante, este período no transcurrió sin obstáculos en el camino hacia el éxito, ya que se presentaron adversidades y desafíos financieros. A pesar de ello, el firme compromiso de Explora con la conservación brindó una base financiera sólida y un respaldo firme para continuar con el monitoreo, junto a la persistencia de los miembros de AGA, quienes continuaron su labor en el terreno.
Esta dedicación y colaboración conjunta ha dado sus frutos con registros sumamente singulares. Se han documentado crías de gato colo colo (Leopardus colocolo), una de ellas siendo observada apenas unos días después de su nacimiento mientras era llevada por su madre en la boca. Además, se ha tenido la fortuna de seguir su crecimiento con un registro de la misma cría cinco meses después. También se ha registrado una cría de gato andino (Leopardus jacobita) y varias crías de puma (Puma concolor) en los últimos años. Estas crías representan un indicio positivo para la conservación del ecosistema, ya que denotan la disponibilidad de refugio y alimentación, así como la existencia de poblaciones reproductivas activas en la zona.
Además de estas observaciones, se ha tenido la fortuna de captar en video a un gato andino (Leopardus jacobita) emitiendo vocalizaciones, bostezando y marcando con orina algunas rocas. También se han detectado diversas especies de roedores, incluyendo una abundante población de vizcachas (Lagidium viscacia), que son la presa principal del gato andino, así como algunas yacas de la puna (Thylamys pallidior), pequeños marsupiales, lagartijas y numerosas aves, como los coloridos periquitos cordilleranos (Psilopsiagon aurifrons). Los resultados de las cámaras trampa han proporcionado una gran cantidad de datos e imágenes notables sobre este ecosistema en particular.
Sin embargo, los esfuerzos no se han limitado únicamente al uso de cámaras trampa, ya que también se han recolectado muestras fecales con fines de identificación genética por parte de AGA. Hasta la fecha, se ha confirmado que una de las muestras recolectadas en la Reserva pertenece a un gato andino (Leopardus jacobita), lo que representa una contribución significativa al análisis genético de las poblaciones que AGA está llevando a cabo. Esto permite estimar las relaciones entre las distintas poblaciones de gato andino (Leopardus jacobita), en su distribución y, en particular, mejorar las estrategias de conservación para estas diferentes poblaciones.
Avanzando un paso más en nuestro compromiso de estimar la densidad poblacional de este felino amenazado, se ha implementado una metodología estandarizada, que busca identificar tanto el costado derecho como el izquierdo de cada felino, dado que cada individuo posee un patrón único. Para lograr este objetivo se posicionaron las cámaras trampa en una grilla que se ajusta al área de la Reserva. Además, se pretende instalar dos cámaras trampa en los puntos de avistamiento más exitosos, ubicadas una frente a la otra y equipadas con cámaras de mayor calidad de imagen. Este paso es esencial en nuestro objetivo por estimar la densidad poblacional de estos felinos.
En muchos aspectos, esta labor que se ha desarrollado a lo largo de los años se convierte en una fuente de inspiración para otras empresas, instituciones y la sociedad en su conjunto. Ejemplifica cómo la colaboración en pro de la conservación puede superar una amplia gama de desafíos. Asimismo, pone de manifiesto cómo el turismo de naturaleza puede ejercer un poderoso impacto en la conservación. En este sentido, la alianza entre Explora y AGA no solo contribuye a aumentar la visibilidad, sino también a servir de paradigma sobre cómo el turismo responsable y comprometido puede ser plenamente viable.