Historias que inspiran: El viaje de Alice hacia la conservación
Alice Valenzuela llegó a Torres del Paine en 2015 con un sueño: explorar una de las maravillas naturales más impresionantes del mundo. Lo que ella no sabía, era que su viaje la llevaría por un camino de pasión por la conservación.
Entre 2017 y 2022, Alice trabajó como guía en Explora, donde su fascinación por capturar el comportamiento de la vida silvestre a través de cámaras trampa comenzó. Durante sus preciados tiempos libres, exploraba senderos naturales, letrinas de animales y áreas de caza para diversas especies. Su objetivo era instalar estas cámaras encubiertas y documentar la elusiva fauna que a menudo permanecía oculta durante sus recorridos turísticos.
Cuando el proyecto Reservas de Conservación Explora se puso en marcha en Torres del Paine, Alice fue una de las primeras en ofrecerse como voluntaria, ansiosa por convertirse en guardabosques y protectora de esta naturaleza prístina. Ella entregó todo su corazón a esta labor.
En su primer año viviendo dentro de la reserva, Alice continuó su búsqueda para capturar imágenes extraordinarias de animales. Logró lo aparentemente imposible: conmovedores retratos de familias de pumas, e incluso una de las especies felinas más esquivas, el gato de Geoffroy.
Su dedicación excepcional no pasó desapercibida. En reconocimiento a sus notables contribuciones, Alice recibió una beca para estudiar un diploma en monitoreo de vida silvestre. Ella continuará perfeccionando sus habilidades, ampliando su comprensión de la fauna del parque y contribuyendo al conocimiento científico del delicado ecosistema de Torres del Paine.
La historia de Alice es un testimonio del poder de la pasión y la determinación en la conservación. Ella llegó con un sueño, pero ahora se ha convertido en una guardiana de la naturaleza, dedicada a preservar el extraordinario territorio de Torres del Paine para las generaciones futuras.