Desde la Patagonia hasta Rapa Nui: Redescubriendo la asombrosa belleza de América del Sur

¿No estamos todos constantemente buscando esos momentos raros en la vida en los que nos sentimos completamente iluminados?

La impresionante playa aislada al atardecer, la icónica experiencia de música en vivo compartida con 100,000 personas, la adrenalina de descender por rápidos de aguas blancas.

Como una celebración extraordinaria del cumpleaños de mi esposa, nuestra joven familia pasó recientemente un mes en América del Sur. La magia de Buenos Aires, la Patagonia, Rapa Nui (Isla de Pascua) y el Desierto de Atacama.

Porque, ¿no anhelamos todos crear más recuerdos? ¿Redescubrir el ingenio de la naturaleza? ¿Caminar en los zapatos de otra persona? ¿Disfrutar los sabores de tierras lejanas?

No puedo pensar en una sensación más grande en este mundo que compartir experiencias de viaje extraordinarias con nuestros hijos. Esto, seguramente, es la verdadera felicidad.

Nos alojamos con Explora en sus lodges ubicados en El Chaltén, Rapa Nui y Atacama.

Explora fue fundada en 1993 por un grupo de amigos apasionados por aventurarse y recorrer terrenos inexplorados. El fundador de Explora, Pedro Ibáñez, dice que Explora nació de “una nostalgia por el Chile de hace 25 años. Nostalgia por sus paisajes y cómo solían ser las personas: la simplicidad de sus vidas y su falta de pretensión, su autenticidad”.

Los lodges de Explora en sí mismos son hermosos. Su arquitectura complementa realmente la extraordinaria belleza natural que rodea a los hoteles.

La comida y el servicio son exquisitos y se centran en productos locales y sostenibles. La carne roja más jugosa de la Patagonia, el interminable atún de Rapa Nui y los inmersivos nutrientes locales de Atacama.

Pero lo que hace que la experiencia Explora sea tan única, es que tu estadía se basa en exploraciones de medio día y día completo, acompañadas por guías expertos. Tu lodge es simplemente el campamento base, y el comienzo de tu aventura.

Ya sea disfrutando de tranquilas caminatas junto al río, ascendiendo majestuosos senderos de montaña, siguiendo los pasos de los colonos de siglos anteriores o realizando cabalgatas lideradas por gauchos, tu experiencia Explora está definida para pasar tiempo en la naturaleza.

Qué extraordinario privilegio para el viajero curioso. Horas interminables para observar y aprender con personas entusiastas. Diferentes guías son los anfitriones que dan forma a tu comprensión de las culturas de estas tierras lejanas. Para proporcionar historias alternativas, puntos de vista informados sobre temas sociales y una perspectiva de los lugareños sobre su lugar en el mundo.

Esto es belleza.

De repente, apreciamos por qué El Chaltén, la capital del trekking de Argentina, es un imán para personas afines de todo el planeta. Escondido del mundo, protegido por montañas y glaciares, El Chaltén es un paisaje físico extraordinario. Pasamos horas interminables contemplando con tranquilidad el Monte Fitz Roy. Yvon Chouinard, el fundador de la compañía de ropa de exterior Patagonia, escaló la montaña en 1968 y realizó una película al respecto. Hasta el día de hoy, el Monte Fitz Roy es el logotipo en silueta de la empresa de ropa.

Quedamos maravillados por los misterios de la isla poblada más aislada del mundo, Rapa Nui (Isla de Pascua). Cómo sus ancestros polinesios desafiaron el salvaje Pacífico en canoas de madera quizás alrededor del año 800 d.C. Y la habilidad de los artesanos de la isla, hace 500 años, para crear los gigantes Moái (estatuas), cada uno con un peso de hasta 80 toneladas, y transportar los Moái hasta 20 km cada uno antes de llegar a sus lugares de descanso final. Un taller nocturno con los antropólogos de National Geographic, Terry Hunt y Carl Lipo, para discutir su investigación pionera sobre cómo los Moái “caminaron”, cautiva nuestra imaginación.

Y descubrimos el Desierto de Atacama, mucho más allá de lo que alguna vez podríamos imaginar por las revistas de vacaciones. Su altitud y falta de humedad, sus paisajes surrealistas, sus formaciones rocosas de otro mundo, su cielo azul penetrante, sus enormes salares y las colaboraciones de investigación de la NASA. Realizamos algunas caminatas breves a 15,000 pies de altitud sin oxígeno antes de regresar a elevaciones más fáciles. Exploramos en los pasos de sus diversos habitantes a lo largo de miles de años: los nómadas, la tribu Atacameño, el Imperio Inca, los españoles, Bolivia y, durante los últimos 100 años, Chile.

Y sin embargo, mientras apreciamos toda esta belleza, también comenzamos a darnos cuenta… la búsqueda humana de desarrollo podría poner en peligro cada uno de estos tesoros, antes de lo que pensamos.

Los delicados equilibrios del agua, la búsqueda de desarrollo de minerales y el turista grosero impulsado por los “me gusta” en las redes sociales.

Como visitantes de estos mundos, seguramente nos volvemos mucho más empáticos ante los desafíos de equilibrar los objetivos duales de las personas locales, de lograr tanto el desarrollo económico como los niveles de turismo sostenible.