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Vinos que cuentan historias: la propuesta enológica de Explora

En 2024 se renovó la carta de vinos de los lodge con miras a expresar la identidad de cada territorio. El resultado es un balance entre vinos orgánicos de pequeños productores locales, y las mejores muestras de las cepas emblemáticas de cada región.

Antes de llegar a la copa, todo vino ha hecho un largo recorrido. Comienza en la tierra en la que crecieron sus uvas, le sigue el trabajo de las personas que lo elaboraron, hasta que finalmente llega a la botella, con toda esa historia que trae consigo.  

Para potenciar el conocimiento profundo de los territorios, Explora reformuló en 2024 la carta de vinos que ofrece a los viajeros en cada lodge, con un foco específico: seleccionar aquellos que cuentan una historia con carácter y estrechamente ligada a su lugar de origen. Es decir, que cada copa sea una forma más de adentrarse en la geografía y cultura de la región. 

El primer paso fue la investigación: enólogos asesores de Explora visitaron productores de vinos de distintas regiones del cono sur de América, para así comenzar la selección desde la fuente misma. Diego Edwards, el enólogo a cargo de la carta de los lodge en Chile, detalla: “Buscamos productores pequeños o representativos de un territorio en específico, y que ojalá trabajen de manera sustentable”. Giselle El-Masou, Gerente de Experiencia de Explora, complementa: “Con los pequeños productores compartimos esa pasión por explorar el territorio. Se trata de producciones a escala humana, con cepas y maneras de hacer vino que te invitan a probar algo nuevo”.   

Así fue como seleccionaron la cepa País de Pino Román, rescate que da nueva vida a una antigua tradición. “Es una de las primeras cepas en llegar a Chile de la mano de los españoles, muy rústica, se usaba para la misa”, comenta Edwards. Esta versión es producida de manera orgánica en el valle de Itata, en la región de Ñuble, por Ignacio Pino Román; y Edwards la describe como más salvaje, fresca y liviana, de sabor frutoso. 

Este vino se ofrece en el bar de los lodge, ya que sentarse en la barra es el momento más propicio para que el viajero explore cepas no tradicionales. Al no tener que hacer maridaje con un plato, hay una invitación implícita a tomar riesgos a la hora de probar, y por lo tanto la propuesta de Explora es más jugada.  

El bar –o el comienzo de la comida– también es una buena instancia para deleitarse con Azur, un espumante brut orgánico producido en el Valle de Limarí. “Una de las mejores burbujas que hay en Chile”, resume Edwards.  

En Perú, en el lodge de Valle Sagrado, la asesoría enológica fue llevada a cabo por Kyra Bruning, sommelier del reconocido restorán Mérito. Si bien en su carta conviven vinos de Chile, Argentina y Perú, en la barra el viajero puede probar producciones locales que vale la pena conocer. Una de estas es la mistela, una bebida en la que el jugo de la uva o “mosto” se mezcla con un destilado, antes de que complete su proceso de fermentación. La mistela Hortencia, una de las seleccionadas por Explora, es producida con uvas Mollar, tradicionalmente usadas en el pisco; y de esta misma fruta se puede probar la cepa Mollar de Joyas de Murga, un vino de carácter algo ácido y astringente.

Junto a estos vinos de propuesta innovadora y elaboración artesanal, en el comedor de cada lodge el viajero encontrará una selección más tradicional. Sentado a la mesa, podrá degustar las cepas más representativas de la región en su mejor expresión, además de recibir sugerencias de maridajes que eleven la experiencia.  

En Chile, sin duda el exponente más característico es el Carmenere, una cepa originaria de Francia, pero que actualmente es emblema de la producción de este país por la calidad y cantidad de su producción. Explora ofrece la versión de la viña Pérez Cruz: “Es una producción bien limitada, del Valle del Maipo, un Carmenere muy elegante”, describe Edwards. En Argentina, a su vez, el viajero puede probar el Malbec Calcáreo Río de los Chacayes, producido por la bodega SuperUco en Mendoza. Ambos, Carmenere y Malbec, son vinos tintos; el primero más suave, especiado y versátil, mientras el segundo es intenso y robusto, pero con menos astringencia que un Cabernet Sauvignon.    

 Además del diseño de las cartas, el trabajo enológico de Explora contempló una preparación específica para el servicio del vino por parte del equipo de cada lodge, de manera que siempre se presente al viajero en su punto óptimo de calidad y en el momento adecuado. Así, al regreso de cada expedición que realice el viajero para adentrarse en el destino, en el lodge lo esperará un vino para continuar este conocimiento profundo, ahora por medio del paladar.